
Fuego, Agua, Aire, Tierra
No solamente nuestro planeta, como también el universo entero es formado de partículas materiales en la acción de los Elementos. Y gracias a la diversidad de los elementos es que vivimos en un mundo lleno de diferencias. Aún así, todas las cosas visibles e invisibles se originan solamente a partir de una fuente de vida. Por ese motivo es que el reconocimiento de las cuatro caras de la unidad, de donde surgen los elementos, posibilita al hombre desarrollar su conciencia espiritual y tomarse consiente de ésta unidad.
Fuego, agua, aire y tierra, de la forma como generalmente los conocemos, no son más que formas claras de los propios elementos. Sus manifestaciones se revelan de la siguiente forma: el elemento agua posee propiedades magnéticas, nutre y sustenta. El elemento fuego posee propiedades eléctricas y creativas. El aire es el elemento separado que facilita la coexistencia de dos de los principales elementos: el fuego y el agua. El elemento tierra es el amalgama que une el fuego, el agua y el aire, que, en diferentes proporciones, hace posible la formación de los materiales con diferentes propiedades.
Para una mejor comprensión de las operaciones de los elementos veamos como funcionan en la práctica. Como ilustración, veamos como las raíces de un árbol absorbe el agua y minerales necesarios para su crecimiento (elementos agua y tierra). El árbol respira a través de sus hojas (elemento aire) y recibe luz y calor de los rayos solares (elemento fuego).
Al leer las cualidades individuales usted puede tener la sensación de que no tiene muchos trazos característicos del elemento que predomina en su personalidad o puede encontrar en sí trazos de otros elementos. Depende de cuánto usted esté desarrollado como espíritu humano y de cuántas cualidades usted desarrolló a través de la experiencia. En otras palabras: algunos cosechan treinta veces más, otros sesenta veces y otros una centena de veces. Pero todos deben alcanzar la perfección transformando todas las cualidades negativas y positivas.

El elemento fuego (colérico)
Cualidades positivas: vigoroso, cuidadoso, entusiasmado, corajoso, determinado, creativo, osado, esforzado, persistente...
Cualidades negativas: susceptibles a discusión, irritadizo, con impulsos de destruir todo, apasionado, insensato, celoso, voraz, vengativo, violento, odioso, rabioso, intempestivo
El elemento aire (sanguíneo)
Cualidades positivas: vigilante, libre, cordial, confiable, claro, luminoso, independiente, diestro, optimista, diligente, perspicaz, alegre...
Cualidades negativas: Inestable, deshonesto, copuchento, astuto, calumniador, hablador, inconstante, susceptible, gastador...
El elemento agua (flemático)
Calidades positivas: comprensivo, sereno, moderado, confiable, devoto, piadoso, indulgente, modesto, fervoroso, flexible, meditativo, interiorizado...
Cualidades negativas: indiferente, insensible, flojo, indolente, rígido, retraído, desconsiderado, inestable, desanimado…
El elemento tierra (melancólico)
Cualidades positivas: consistente, consciente, perseverante, puntual, cauteloso, resistente, responsable, firme, confiable, sobrio, ambicioso, respetuoso, realista…
Cualidades negativas: materialista, superficial, flojo, indiferente, lento, susceptible, inconsciente, inconsistente, tímido, desvergonzado.
